nuestro mundo en extincion
miércoles, 4 de agosto de 2010
martes, 27 de julio de 2010
lunes, 26 de julio de 2010
la caza de focas
La caza de focas es una actividad consistente en la obtención de recursos a partir de focas, principalmente cachorros de focas arpa (el 95% aproximadamente).[1]
Principalmente se da en Canadá y Groenlandia, donde se estima que en total cada año se matan unos quinientos mil ejemplares.[1]
El método más habitual para matarlas es aplastarles el cráneo con un pico de hierro[2] [3] o con palos con un garfio en una extremidad, si bien en ocasiones se emplean rifles.[1] Según los ecologistas, en ocasiones también son despellejadas vivas.[4]
[editar] Canadá
La caza de focas en Canadá es una cita anual[5] en la cual pescadores canadienses se dedican a disparar y cazar cachorros de focas arpa en la temporada de caza, pese a la oposición de buena parte de la opinión pública[6] y las constantes protestas de grupos defensores de los derechos de los animales. Cada año se extermina alrededor de unas 350.000 focas[7] jóvenes frente a la costa este de Canadá, otras miles quedan mutiladas o gravemente heridas de por vida.
Algunos científicos, así como las organizaciones de protección animal que protestan por las cazas, señalan que la debilidad del hielo de los últimos años ha significado una mortalidad muy superior a la normal entre los cachorros.
El profesor David Lavigne, una de las mayores autoridades científicas del mundo en focas arpa informó que según los propios datos de las autoridades canadienses, en los períodos recientes en los que el hielo ha sido débil la mortalidad se ha disparado entre el 25 y el 75% de las crías nacidas.
La falta de grandes placas de hielo flotantes también dificulta la caza para los pescadores que tienen que disparar a las focas a distancia, en vez de golpearlas en la cabeza sobre los témpanos como se ha hecho tradicionalmente en el golfo de San Lorenzo, donde se realiza mayoritariamente esta práctica.
Localización de las focas arpa en el Mundo.El uso de rifles, la dispersión de las focas y su escasez hace que cada vez este tipo de caza sea menos rentable para los pescadores de Canadá.
Organizaciones como la Humane Society of the United States (HSUS) y el Fondo Internacional del Bienestar Animal (IFAW) denuncian que la caza no sólo es "cruel" sino que las elevadas cuotas de caza permitidas por Canadá desde 1996 pueden tener un impacto catastrófico sobre el futuro de la población de focas en la región.
Sólo entre el 2003 y el 2005, los pescadores canadienses han cazado al menos un millón de focas arpa, algo más de una sexta parte de la población total en la costa atlántica canadiense.
Además, argumentan HSUS e IFAW, los animales cazados son los más jóvenes por lo que el impacto de su desaparición se verá realmente en los próximos años cuando esos ejemplares deberían haber alcanzado su madurez sexual.
Las autoridades canadienses, sin embargo, niegan que su gestión represente una amenaza para las focas arpa. Según el portavoz del Ministerio de Pesca canadiense, Phil Jenkins, las autoridades han incluido en sus modelos de gestión el impacto medioambiental como el calentamiento global y la desaparición de la capa de hielo.
John Efford, ministro de Pesca y Agricultura de Terranova, declaró:
Principalmente se da en Canadá y Groenlandia, donde se estima que en total cada año se matan unos quinientos mil ejemplares.[1]
El método más habitual para matarlas es aplastarles el cráneo con un pico de hierro[2] [3] o con palos con un garfio en una extremidad, si bien en ocasiones se emplean rifles.[1] Según los ecologistas, en ocasiones también son despellejadas vivas.[4]
[editar] Canadá
La caza de focas en Canadá es una cita anual[5] en la cual pescadores canadienses se dedican a disparar y cazar cachorros de focas arpa en la temporada de caza, pese a la oposición de buena parte de la opinión pública[6] y las constantes protestas de grupos defensores de los derechos de los animales. Cada año se extermina alrededor de unas 350.000 focas[7] jóvenes frente a la costa este de Canadá, otras miles quedan mutiladas o gravemente heridas de por vida.
Algunos científicos, así como las organizaciones de protección animal que protestan por las cazas, señalan que la debilidad del hielo de los últimos años ha significado una mortalidad muy superior a la normal entre los cachorros.
El profesor David Lavigne, una de las mayores autoridades científicas del mundo en focas arpa informó que según los propios datos de las autoridades canadienses, en los períodos recientes en los que el hielo ha sido débil la mortalidad se ha disparado entre el 25 y el 75% de las crías nacidas.
La falta de grandes placas de hielo flotantes también dificulta la caza para los pescadores que tienen que disparar a las focas a distancia, en vez de golpearlas en la cabeza sobre los témpanos como se ha hecho tradicionalmente en el golfo de San Lorenzo, donde se realiza mayoritariamente esta práctica.
Localización de las focas arpa en el Mundo.El uso de rifles, la dispersión de las focas y su escasez hace que cada vez este tipo de caza sea menos rentable para los pescadores de Canadá.
Organizaciones como la Humane Society of the United States (HSUS) y el Fondo Internacional del Bienestar Animal (IFAW) denuncian que la caza no sólo es "cruel" sino que las elevadas cuotas de caza permitidas por Canadá desde 1996 pueden tener un impacto catastrófico sobre el futuro de la población de focas en la región.
Sólo entre el 2003 y el 2005, los pescadores canadienses han cazado al menos un millón de focas arpa, algo más de una sexta parte de la población total en la costa atlántica canadiense.
Además, argumentan HSUS e IFAW, los animales cazados son los más jóvenes por lo que el impacto de su desaparición se verá realmente en los próximos años cuando esos ejemplares deberían haber alcanzado su madurez sexual.
Las autoridades canadienses, sin embargo, niegan que su gestión represente una amenaza para las focas arpa. Según el portavoz del Ministerio de Pesca canadiense, Phil Jenkins, las autoridades han incluido en sus modelos de gestión el impacto medioambiental como el calentamiento global y la desaparición de la capa de hielo.
John Efford, ministro de Pesca y Agricultura de Terranova, declaró:
![](http://www.arkive.org/media/71/71B89A26-4547-4793-BE56-B8D7E405E401/Presentation.Large/photo.jpg)
20 de septiembre: día contra la caza de delfines en Japón
Enviado por Fabiola el Mar, 12/09/2006 - 20:34 Actividades y Campañas Derechos Animales Hitos
Todos los años, entre los meses de octubre y abril, pescadores de la aldea de Taiji (Japón) cazan 20.000 delfines y otros pequeños cetáceos de forma cruel, acorralándolos en una ensenada de baja profundidad para atraparlos. La escena de las aguas teñidas de rojo por la sangre de los cetáceos, que durante la captura resultan heridos mortalmente, es cada año una terrible realidad. Pero este 20 de septiembre al mediodía, podremos pronunciarnos pacíficamente a favor de los delfines, frente a las embajadas y consulados de Japón.
Los objetivos de esta captura anual en Taiji son dos: la producción cárnica y la caza de ejemplares vivos para cautiverio.
Para la producción cárnica los delfines son literalmente "acarreados" en camiones a mataderos cercanos donde mueren degollados y desangrados. La carne, rotulada como "carne de ballena", satisface el consumo de la población japonesa e internacional, donde tiene cada vez mayor demanda. Por su parte, la captura de ejemplares vivos (generalmente hembras jóvenes) para delfinarios y parques acuáticos (para sus programas de "Nadar con delfines") las condena a vivir hasta el último de sus días confinadas en piscinas como "entretenimiento".
Para la industria de los delfines en cautiverio, cada ejemplar vivo tiene un valor comercial mucho mayor que la venta de su carne para el consumo. La multibillonaria industria de los delfines para cautividad no salva a los delfines de la muerte, sino que están ayudando a mantener esta práctica cada vez que hacen de la pesca provechosa para los pescadores y la industria pesquera.
Los pescadores de Taiji declaran que matan a los delfines porque éstos son una plaga, que esquilman los recursos marinos y que, por lo tanto, necesitan neutralizar a esta competencia natural. Pero si los pescadores no tuvieran el permiso de las autoridades, tendrían que acabar con esta actividad.
Diversos observadores de organizaciones conservacionistas (One Voice, Earth Island Institute y Elsa Nature Conservancy) han viajado a Taiji en reiteradas oportunidades para documentar y exponer la masacre de los delfines al resto de Japón y del mundo. Las voces de reprobación son cada vez mayores.
Necesitamos hacer saber a las autoridades japonesas que estos crímenes contra la naturaleza son inaceptables para el resto del mundo. Por ello se está organizando una gran protesta mundial para este 20 de septiembre al mediodía, frente a las embajadas y consulados japoneses en todo el mundo; para enviar un poderoso mensaje al gobierno y la industria pesquera nipona.
El llamado de atención que se hará este 20 de septiembre no convoca sólo a grupos de protección animal, sino a todas aquellas personas que sientan que esta matanza es una macabra maniobra especista. Ni el gobierno japonés ni la industria pesquera se esperan una manifestación global de rechazo. Esa será nuestra mejor arma para presionar a favor del fin de la matanza de delfines. Por esto te conminamos a que invites a tus amigos, vecinos, escuelas y asociaciones locales y vecinales. Pídeles que se manifiesten juntos frente a las embajadas y consulados de Japón para protestar con más fuerza para terminar con la matanza de delfines.
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